jueves, 30 de julio de 2009

Todos pensamos que vamos a estar bien. Y nos sentimos un poco engañados cuando no damos con nuestras esperanzas. Pero a veces, nuestras esperanzas nos subestiman.
A veces lo esperado simplemente se queda en nada en comparación con lo inesperado. Tienes que preguntarte por qué nos aferramos a nuestras esperanzas... porque lo esperado es lo que nos mantiene firmes, derechos... inmóviles.
Lo esperado solamente es el comienzo.
Lo inesperado... es lo que cambia nuestras vidas.